25 abr 2009

Eslabón perdido de las focas


Se encontró en Canadá un fósil el cual ha aportado datos que permiten explicar por qué las focas tienen aletas, según una investigación publicada en Nature. El fósil es el eslabón perdido de las focas, justo en medio del paso de la tierra al mar. El estudio, encabezado por Natalia Rybczynski, del Museo Natural de Ottawa, demuestra que las focas pasaron de animales terrestres a marinos por una fase intermedia, en la que habitaron en agua dulce.

El fósil fue encontrado en el ártico en 2007, en la isla Devon, y bautizado como Puijila darwini, un carnívoro semiacuático de la época del Mioceno. Tenía la apariencia de una nutria, pero un esqueleto similar al de las focas. Los científicos lo definen como "una foca andante", porque tiene patas de mamífero terrestre, pero aptas para nadar. Este mismo proceso fue seguido por el resto de animales pinnípedos, es decir, mamíferos marinos que se alimentan exclusivamente de peces y que tienen las patas posteriores ensanchadas en forma de aletas.

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