26 mar 2008

El tequila cada vez más gringo


A continuación muestro un resumen o extracto como lo quieran ver de una investigación que realizo el diario La Jornada.

México cedió el control del tequila a empresarios de Estados Unidos, y se ha convierte cada vez más en maquilador de su nuestra bebida emblemática. Cada día se produce más y se vende más tequila pero, no se han reflejado en prosperidad para la región con denominación de origen, es decir Jalisco y parte de Michoacán, Tamaulipas, Nayarit y Guanajuato. Según los especialistas, más de la mitad del mercado mexicano y de exportación está en manos de compañías extranjeras, además de que parte de ganancias se las quedan envasadoras en Estados Unidos, por ejemplo en 2007 por primera vez, Estados Unidos rebasó a México en volumen de ventas de tequila, según reportó Euromonitor International Inc.

La historia que lleva a la pérdida del control mexicano comenzó en enero de 2006, cuando se firmó un acuerdo en materia de tequila entre la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos y la Secretaría de Economía de México, el cual sentó las bases para Estados Unidos maneje el envasado y comercialización del tequila en aquel país. Es decir México perdió su derecho a supervisar qué se comercializa haya bajo el nombre de tequila, además de perder el derecho a decidir que todo lo que salga del país sea envasado de origen.

Otros paises no permiten eso, por ejemplo Francia no permite que una bebida con denominación de origen se envase en el extranjero, el acuerdo establece que se podrá exportar a granel y que las autoridades del país vecino serán las encargadas de supervisar el envasado del tequila. Hasta 2003 era permitido envasar tequila en el extranjero, pero ese mismo año las autoridades mexicanas propusieron que sólo pudiera ser envasado en México, por lo que la industria gringa reaccionó y dijo que no lo permitiría.

Así pasaron casi tres años de negociaciones entre representantes gubernamentales de ambos países. Finalmente, el 17 de enero de 2006 se firmó el acuerdo entre la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos y la Secretaría de Economía de los Estados Unidos Mexicanos sobre el comercio del tequila (pueden verlo aqui). El acuerdo suscrito por el entonces titular de Economía, Sergio García de Alba (economista jalisciense y empresario restaurantero), estipula que la dependencia se cerciorará de que ninguna medida prohíba o restrinja la exportación o venta para la exportación del tequila destinado a envasarse en Estados Unidos, así como que ninguna medida regule el etiquetado o la comercialización del tequila fuera de México.

México aceptó no tener derecho a realizar inspecciones a las envasadoras, no puede adoptar ninguna medida correctiva o punitiva contra envasadores en Estados Unidos “con respecto a cualesquiera actividades que ocurran ahí, motivada por una presunción de incumplimiento con la norma oficial mexicana del tequila”. Según se lee en el anexo 1 del acuerdo, las industrias de bebidas espirituosas destiladas de Canadá, Estados Unidos y México estuvieron de acuerdo con los términos del convenio y reconocieron “que el etiquetado y la comercialización del tequila y la formulación, etiquetado y comercialización de los productos que contienen tequila están regidos por las leyes del país de importación y venta, enfatizando que las leyes locales representan la única base para regular el uso del tequila cuando es usado como ingrediente en los productos especializados de bebidas espirituosas destiladas”.

Las industrias recomiendan que México tenga un representante (en Estados Unidos) que desarrolle un mecanismo de certificación para verificar “que las instalaciones sean adecuadas para almacenaje, proceso y envasado del tequila, seguro y efectivo, y de que existen sistemas de control de calidad adecuadas para asegurar que el tequila sea envasado sin riesgo de contaminación o adulteración”. En pocas palabras México no tiene control sobre lo que se consume bajo el nombre de tequila en el exterior, claro mientras sea de marca canadiense o estadounidense, además de que los productores no se benefician de las ganancias y el auge del tequila; en cambio, los envasadores y comercializadores en Estados Unidos sí. Para Salvador Gutiérrez, autor de la obra fundamental del tema, Tequila: mitos y realidades, el acuerdo vendió “la gallina de los huevos de oro y, con ella, parte del alma (de México), de su ser, por tratarse de un producto emblemático de la mexicanidad, un legado inherente a la historia y la cultura de México”.

De hecho, muchas de las decisiones relacionadas con el tequila ahora son tomadas por extranjeros. Cifras del Consejo Regulador del Tequila (CRT), muestran que en total se produjeron 284.2 millones de litros. Se exportaron 135.1 millones, de los cuales 100.9 millones se destinaron a Estados Unidos. Del total exportado, 78 millones fueron a granel, es decir para etiquetar en aquel país. Ana Valenzuela y Alejandro Macías, investigadores de la Universidad de Guadalajara y reconocidos especialistas del tema, advierten: “Hoy, salvo Cuervo, Orendain y Corralejo, las grandes empresas de tequila son propiedad total o parcial de grupos extranjeros, que controlan cerca de 70 por ciento del mercado mexicano y más de la mitad del mercado de exportación”.

Salvador Gutiérrez comenta lo siguiente: por ningún motivo es justificable “que extranjeros con criterios estrictamente mercantiles atenten contra la historia y la cultura de un pueblo”. Resulta “más lacerante cuando eso ocurre a cambio de migajas que reciben unos cuantos chacales enajenados que vendieron y siguen vendiendo la gallina de los huevos de oro, patrimonio nacional. En pleno siglo XXI, una nítida metáfora del síndrome insuperado del canje de espejitos por oro”.

Ramón González Figueroa, director general del CRT, argumentó que el acuerdo “sirvió para que se estén verificando los 78 millones de litros a granel” que se envían a Estados Unidos, además de que destacó que por primera vez el CRT cuenta con laboratorios autorizados en Estados Unidos, y que por lo tanto este semestre será fundamental en lo que se refiere a la revisión de lo qué llega a los anaqueles. El año pasado el CRT denunció tres marcas y ahora está a punto de denunciar un par más (no quiso especificar). “Tenemos la seguridad de que hay un margen muy estrecho de prácticas desleales y que contamos con mecanismos de detección sólidos”, dijo el director general del CRT.

¿Por que no conviene exportar el tequila a granel?, la respuesta la da Salvador Gutiérrez: no contribuye al erario ya que la exportación de la bebida a granel está exenta de impuestos y desde 1982 se envasa más tequila en el extranjero, es decir lo mismo de siempre, somos exportador de materias primas. Para Gutierrez México pierde el valor agregado de su bebida y su derrama económica en las industrias proveedoras del tequila envasado de origen. Por otro lado, el mercado repercute negativamente en el consumo de agave mexicano y es que la fórmula del tequila que se exporta a granel utiliza la mitad de la materia prima, lo que da lugar a la adulteración propiciando que se envase con marcas ajenas a la cultura mexicana.

Y lo que es cinismo, ya que las marcas extranjeras que se reformulan a partir del tequila a granel generan una competencia desleal al auténtico mexicano envasado de origen ya que ambos productos son llamados “tequila” y ostentan la misma certificación otorgada por el CRT, además de que quitan utilidades (utilidad promedio por litro de tequila a granel: 10 pesos; utilidad promedio por litro de tequila exportado envasado de origen: 200 pesos).

Fuente: La Jornada

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