26 jul 2007

Un gato que predice las muertes


"Nadie muere en la tercera planta a menos que Oscar le haga una visita y se quede un rato", pero Oscar no es el médico, es un gato adoptado por el personal de un geriátrico estadounidense. Desde que llegó a Steere House, Oscar ha predicho la muerte de una 25 internos. Oscar vive en la tercera planta, la cual esta dedicada a pacientes con demencia en fase terminal, desde hace poco más de dos años.

"Creo que uno de los miembros de la plantilla que trabaja en la planta lo trajo, cuando era un gato callejero. No es extraño que geriátricos tengan mascotas. Steere House tiene varias mascotas que viven en el edificio y dan compañía y consuelo a los residentes", comenta David M. Dosa, geriatra del centro. Dosa no recuerda cuando fue que el gato les alertó de su capacidad, pero sí de que "el don de Oscar, si lo queremos llamar así, salió a la luz hará un año y medio. Desde entonces, la plantilla ha vigilado de cerca sus actividades relacionadas con la predicción".

Un ejemplo: "Oscar llega a la habitación 313. La puerta está abierta y entra. La señora K. descansa tranquilamente en la cama, con la respiración constante pero débil. (...) Oscar salta sobre la cama y de nuevo huele el aire. Se detiene a considerar la situación y entonces gira sobre sí mismo dos veces antes de enroscarse junto a la señora K. (...) Una enfermera entra en la habitación para examinar a la paciente. Se detiene al notar la presencia de Oscar. Preocupada, deja apresuradamente la habitación y vuelve a su mesa. Toma el historial médico y comienza a hacer llamadas". Después de media hora, muere la señora K.

Un ejemplo: "Oscar llega a la habitación 313. La puerta está abierta y entra. La señora K. descansa tranquilamente en la cama, con la respiración constante pero débil. (...) Oscar salta sobre la cama y de nuevo huele el aire. Se detiene a considerar la situación y entonces gira sobre sí mismo dos veces antes de enroscarse junto a la señora K. (...) Una enfermera entra en la habitación para examinar a la paciente. Se detiene al notar la presencia de Oscar. Preocupada, deja apresuradamente la habitación y vuelve a su mesa. Toma el historial médico y comienza a hacer llamadas". Después de media hora, muere la señora K.

"Su mera presencia al lado de la cama es vista por los médicos y el personal del geriátrico como un indicador casi absoluto de muerte inminente, lo que permite a los miembros de la plantilla avisar adecuadamente a los familiares", comenta Dosa. "Mi impresión es que los animales son capaces de 'sentir' cosas que nosotros, como humanos, no podemos percibir. Existen evidencias de animales que se utilizan para predecir terremotos y, desde luego, se han contado historias sobre animales que identifican infecciones, etcétera. Mi idea es que [Oscar] es capaz de oler algo que nosotros no, quizás una feromona. Pero en última instancia, esto sólo es una suposición", comenta Dosa.

Vía El mundo

0 opiniones: