Gracias a un análisis isotópico, se encontró que lo que se creía que era un fósil de un árbol, es una seta de 6 metros de altura, el cual se le calculo que vivió hace 400 millones de años. Este fósil es conocido como prototaxites y había hecho creer por mucho tiempo a los paleontólogos que era una conífera. En el 2001 Francis Hueber del National Museum of Natural History en Washington DC propuso que dicho fósil no era la confiera que todos pensaban, si no un hongo, pero como todo se tiene que demostrar, el baso sus conclusiones en el análisis de la estructura interna.
Por lo que viajó a Canadá, Australia y Arabia Saudita para buscar fósiles y analizarlos. Pero no obtuvo pruebas que demostraran la naturaleza no vegetal del fósil. Un hongo cuando va a reproducirse, suelta sus esporas y utiliza la seta para diseminarlas. Pero en la actualidad no hay hongos que produzcan setas tan grandes, por lo que para conocer el enigma del prototaxites se tuvo que comparar la composición del fósil con los de plantas que vivieron en la misma época
Las plantas absorben el CO2 con lo cual la proporción entre los isótopos 12 y 13 de carbono se mantiene igual para las plantas que viven en el mismo periodo geológico, mientras que los animales y los hongos se alimentan de materia orgánica y la proporción de isótopos es distinta.
Así que con esta sencilla regla, se puede comparar los isótopos del fósil con los de plantas de hace 400 millones de años, y se encontró que los isótopos eran muy diferentes, por lo que se sabe que la prototaxites absorbía parte o todo su carbono de otras fuentes distintas a la atmósfera y por tanto que era un hongo.
Los investigadores utilizando algo de lógica especulan que la altura de este prototaxites le otorgaba ventaja para diseminar todas sus esporas, ya que le permitían incrementar considerablemente la superficie en la cual caerían las esporas, además de que en la época que vivió no había herbívoros de suficiente tamaño que les impidiera crecer.
Por lo que viajó a Canadá, Australia y Arabia Saudita para buscar fósiles y analizarlos. Pero no obtuvo pruebas que demostraran la naturaleza no vegetal del fósil. Un hongo cuando va a reproducirse, suelta sus esporas y utiliza la seta para diseminarlas. Pero en la actualidad no hay hongos que produzcan setas tan grandes, por lo que para conocer el enigma del prototaxites se tuvo que comparar la composición del fósil con los de plantas que vivieron en la misma época
Las plantas absorben el CO2 con lo cual la proporción entre los isótopos 12 y 13 de carbono se mantiene igual para las plantas que viven en el mismo periodo geológico, mientras que los animales y los hongos se alimentan de materia orgánica y la proporción de isótopos es distinta.
Así que con esta sencilla regla, se puede comparar los isótopos del fósil con los de plantas de hace 400 millones de años, y se encontró que los isótopos eran muy diferentes, por lo que se sabe que la prototaxites absorbía parte o todo su carbono de otras fuentes distintas a la atmósfera y por tanto que era un hongo.
Los investigadores utilizando algo de lógica especulan que la altura de este prototaxites le otorgaba ventaja para diseminar todas sus esporas, ya que le permitían incrementar considerablemente la superficie en la cual caerían las esporas, además de que en la época que vivió no había herbívoros de suficiente tamaño que les impidiera crecer.
Vía Neofronteras
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