18 jul 2007

Pena de muerte para un chino por tener esclavos


La justicia China ha determinado darle cuello (muerte) a un guardián y cadena perpetua a un capataz de un horno de ladrillos por tener esclavos durante más de un año. Zhao Yanbing, el guardián fue encontrado culpable de haber matado a uno de los esclavos poco antes de que la fábrica fuera desmantelada por la Policía.

El capataz del horno, Heng Tinghan cuando fue arrestado afirmo que le parecía "bastante poca cosa el haber retenido a los trabajadores a la fuerza y sin sueldo, en turnos de 19 horas y dándoles palizas para que no se detuvieran” fue declarado culpable de causar mal intencionado y retención a la fuerza.

Mientras que al dueño del horno, quien es hijo de un alto cargo local, fue condenado a nueve años de cárcel. El resto de los “trabajadores” que explotaban a los esclavos cumplirán condenas de entre un año y medio y tres años. Los próximos días se conocerá la suerte de otros 12 acusados. Los tribunales de Shanxi, cuya policía liberó a 359 trabajadores forzosos, han dictado ya sentencia para 29 implicados.

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