Así es, el gobierno ingles a lanzado una propuesta para que en los alimentos se incluya una etiqueta que diga cuanto dióxido de carbono se produjo valga la redundancia al producir el artículo o el exceso de plástico en su envase, con esto el gobierno pretende alertar al consumidor sobre el impacto medioambiental de lo que consume.
Para que el consumidor se de cuenta de cuan contaminante es el producto que consume, se colocaran etiquetas rojas para advertir que el producto es altamente nocivo y el verde tiene un impacto muy bajo. La iniciativa fue presentada por el secretario de Estado británico de Medioambiente y Cambio Climático, Ian Pearson.
Vía Infobae
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