La mutación del gen IGF1 hace que la de los perros sea la especie de mamíferos con mayor diferencia de tamaños entre sus ejemplares. El descubrimiento, publicado hoy por la revista Science, puede ayudar en la investigación del cáncer en seres humanos. Según los resultados de un reciente estudio realizado por genetistas de los Estados Unidos las diferencias de tamaños entre las razas de perros esta determinado por un solo gen, lo cual puede ser un modelo para investigar las causas de los rasgos morfológicos y de enfermedades, por ejemplo el cáncer.
Los perros son los mamíferos que tienen la mayor variedad de tamaños, para el estudio se baso en unos mil perros de agua portugueses, que es una raza en la que los perros pesan de 11 a 34 kilos, la clave del acertijo es la variación del gen IGF1. Este gen actúa en la producción de una hormona de crecimiento, mientas que en otro análisis se demostró los perros caniches son más grandes cuando hay mayor concentración en la sangre de la hormona, además de que si el gen antes mencionado viene con fallas en la disposición de sus nucleótidos puede ocasionar el pequeño tamaño en ratones y también, en casos muy raros, en los humanos.
Para no quedar con dudas y corroborar los datos obtenidos, se realizo una segunda etapa del estudio, esta vez con 3.241 perros de 143 razas distintas. "Todos los perros que pesan menos de 9 kilos tienen la misma variación de este gen", afirma el biólogo de la universidad de UTA, Gordon Lark , uno de los 21 coautores de la investigación.
"Este trabajo demuestra la utilidad del modelo de investigación genética del perro doméstico para descubrir genes que juegan roles clave" en los mamíferos, comenta Carlos Bustamante, quien es profesor de biología de la universidad de Cornell, en Nueva York, quien también es coautor del trabajo.
Según los investigadores, la mutación del gen IGF1 no existe en el lobo, que es de donde desciende el perro animal por lo que se cree que comenzó la mutación con la domesticación del animal por parte del hombre, de eso hace 12 mil o 14 mil años, aunque también creen que el gen pudo ser herencia de un lobo que no podía vivir solo y empezó a vivir con los humanos.
Vía Clarín
0 opiniones:
Publicar un comentario