Tuvieron que pasar 400 años para que se encontraran 5 acuarelas de nuestro satélite natural, la Luna, los cuales fueron realizados por Galileo Galilei. Dichas acuarelas fueron descubiertas dentro de la primera copia del Sidereus Nuncius (una obra de Galileo publicada en Venecia en 1610) por un famoso anticuario de Nueva Cork, el descubridor cree que el libro viajo desde argentina hasta sus manos, pero antes cruzo bastante camino.
"El anticuario nunca reveló quién fue la persona que le vendió la copia con las acuarelas de Galileo, sino que dijo que provenía de América del Sur", explicó William Shea, uno de los protagonistas del descubrimiento, al Afirma el diario Corriere della Sera. "Es probable, de todos modos, que la copia tenga un origen argentino, porque a ese país emigraron varios italianos desde la región del Véneto: quizá Galileo le había regalado el volumen a algún senador de la «Serenissima» que luego lo habría vendido por dinero o por ignorancia", anexa.
Richard Lan (el descubridor), le pidió a una amiga que le recomendara algún experto que pudiera analizar una copia del Sidereus Nuncius (El mensajero sideral) que había llegado a sus manos, pero esa amiga es titular de la cátedra sobre Galileo de la Universidad de Padua, donde Galilei impartió clases y vivió durante 18 años.
Esa amiga, a partir de ahora, Shea, le contó a un experto en la materia, el profesor Horst Bredekamp, para que le ayudara con la investigación, después de una buena investigación con ayuda de la Universidad Técnica de Berlín y de la biblioteca nacional de Florencia, se llego a la conclusión de que efectivamente esas acuarelas las pinto el mismo Galileo, ademas de que se habían realizado en las páginas 8, 9 y 10 de la primera copia del Sidereus Nuncios.
"Después de nuestro trabajo, cuando me di cuenta de que no tenía delante de mis ojos algo falso, como había sospechado en un principio, me emocioné muchísimo: hacía por lo menos un siglo que no se encontraba un documento de Galileo tan importante. Los análisis realizados sobre el papel de tipo vegetal que él eligió y los trazos de los dibujos no dejan dudas", comenta Bredekamp
Richard Lan (el descubridor), le pidió a una amiga que le recomendara algún experto que pudiera analizar una copia del Sidereus Nuncius (El mensajero sideral) que había llegado a sus manos, pero esa amiga es titular de la cátedra sobre Galileo de la Universidad de Padua, donde Galilei impartió clases y vivió durante 18 años.
Esa amiga, a partir de ahora, Shea, le contó a un experto en la materia, el profesor Horst Bredekamp, para que le ayudara con la investigación, después de una buena investigación con ayuda de la Universidad Técnica de Berlín y de la biblioteca nacional de Florencia, se llego a la conclusión de que efectivamente esas acuarelas las pinto el mismo Galileo, ademas de que se habían realizado en las páginas 8, 9 y 10 de la primera copia del Sidereus Nuncios.
"Después de nuestro trabajo, cuando me di cuenta de que no tenía delante de mis ojos algo falso, como había sospechado en un principio, me emocioné muchísimo: hacía por lo menos un siglo que no se encontraba un documento de Galileo tan importante. Los análisis realizados sobre el papel de tipo vegetal que él eligió y los trazos de los dibujos no dejan dudas", comenta Bredekamp
Vía La nación
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